Esta es la tercera parte de la serie sobre el tema de predestinación. Puede ver las otras entradas aquí.
Romanos capítulo nueve es muy famoso en el calvinismo para probar que todos han sido predestinados para salvación o perdición eterna. Normalmente sacan versículos aislados de este capítulo, y a primera impresión parece confirmar la propuesta calvinista.
Pero si leemos el capítulo seriamente, y entendemos el tema general que Pablo está explicando, nos daremos cuenta que este capítulo de hecho no sirve para apoyar una predestinación calvinista en lo más mínimo.
La propuesta calvinista es que Romanos capítulo nueve, demuestra la elección de Israel por soberanía de Dios y por lo tanto esto es prueba que la Iglesia también ha sido escogida. Que la elección de individuos como Jacob e Isaac son la prueba de elección divina de individuos para salvación. Es decir, que el capítulo también es una prueba que la elección personal para salvación existe.
Pero eso no parece ser el caso. El capítulo habla principalmente sobre la elección de Israel como nación (vasos de honra), y la relación con los gentiles (vasos de deshonra). Pero demuestra que la elección de Israel no garantiza la salvación individual de sus miembros (Romanos 10:1). Y la elección de Jacob e Ismael no es prueba de salvación individual de individuos, sino que es una explicación de la promesa dada a Abraham respecto al pueblo de Israel.
En otras palabras, el capítulo habla de la elección de Israel como nación, como raza. Para darse a conocer al mundo. Y que los gentiles no pueden quejarse de haber sido creados como vasos de deshonra. Porque al final Dios también los llamará su pueblo (Romanos 9:26).
Todo esto tengo que decirlo primero, porque ahora necesitamos leer Romanos 9 sin los anteojos calvinistas, y leer el capítulo respetando el contexto de lo que se está diciendo.
Asumimos que usted tiene la Biblia a su lado, y listo para leer el capítulo.
Analicemos el texto:
En Romanos 9:1-3, Pablo expresa una profunda tristeza por Israel. ¿Porqué? Por la desobediencia de ellos. Esto es importante a notar, ya que Pablo no está hablando de la iglesia y los pecadores. Está hablando del pueblo de Israel como nación.
En Romanos 9:4-5, Pablo explica claramente que a Israel le pertenecen la adopción y las promesas entre otras cosas. Desde una perspectiva calvinista, recibir la adopción y las promesas deberían garantizar la salvación de los Israelitas, pero eso no sucede así. Es por eso que Pablo se lamenta de Israel en los versículos anteriores. Es decir, ser parte de una nación elegida no garantizó la salvación individual de sus miembros (Romanos 10:1). Al igual que ser parte de una iglesia calvinista y creerse elegido no garantiza la salvación individual de sus miembros.
En Romanos 9:6, Pablo dice: “no estoy diciendo que la palabra de Dios haya fallado”. Esto es muy interesante, porque según el calvinismo la gracia es irresistible. La adopción y la promesa era para Israel, pero eso no garantizó que todo Israelita caminara en obediencia a Dios.
En Romanos 9:7-13, Pablo explica cómo era esa promesa a Israel. Que a Abraham se le promete un hijo llamado Isaac, y entre Jacob y Esaú, Dios escoge a Jacob. Debo aclarar que yo no tengo ningún problema con que Dios elija a unos y rechace a otros. Dios tiene todo el derecho de hacer eso. Lo que no me convence es convertir este pasaje en una doctrina universal para todo creyente hoy. Es decir, las personas explícitamente elegidas en Israel son pocos, y aún así son muchos más los que caminaron con Dios.
Pre-ciencia no es pre-destinación
Debemos considerar un tema importante, y es el conocimiento infinito de Dios. El hecho que Dios sepa el futuro, no significa que lo determina. Son dos temas diferentes. Dios sabía que Adán y Eva iban a desobedecer, pero eso no significa que Dios predeterminó que lo desobedecieran. Sino Dios se hubiera contradicho a sí mismo al predestinar a Adán y Eva a comer del fruto, y al mismo tiempo decirles que no coman del fruto.
Dios ya sabía de la maldad de Esaú, y el libro de Hebreos lo confirma. Aunque ellos no habían hecho nada malo todavía, ya Dios lo sabía.
Que no haya entre ustedes ningún libertino ni profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.
Hebreos 12:16 (RVC)
¿Porqué Dios va a confirmar su pacto por medio de Esaú, si iba a ser un libertino y profano? Pero Pablo explica que aunque Esaú no había nacido, ni había hecho nada malo todavía; no significa que Dios no sabía cuál sería el comportamiento de Esaú después de nacer.
Si Dios hubiera escogido a Esaú, él hubiera vendido esa primogenitura a la ligera. Dios al ser omnisciente, elige a Jacob, sin haber nacido, y sin siquiera haber hecho nada todavía.

(Ezequiel 18:23)
Pero el calvinismo dice que esa elección es simplemente arbitraria.
En Romanos 9:14-16, Pablo confirma que Dios puede tener misericordia del que quiere tener misericordia. Y confiamos en Dios por su infinito conocimiento, justicia, amor y misericordia. Debemos alegrarnos que Dios es justo, y no un Dios arbitrario.
Darse a conocer, sin darse a conocer
Romanos 9:17-18, habla como Dios usó a Faraón para que su Nombre sea anunciado por toda la tierra. ¿Para qué Dios quiere darse a conocer a un mundo totalmente depravado y muerto que no puede conocer a Dios, ni entenderlo; sin ser iluminados primero? Y no van a ser iluminados si no son previamente elegidos. Eso no tiene sentido, sería una total pérdida de tiempo.
El pasaje también dice que Dios endurece al que quiere endurecer. Esto suena como que Dios a propósito endurece el corazón del Faraón para que no sea salvo. Pero el tema de salvación individual no es el tema en estos versículos. El tema es que Dios es capaz de endurecer el corazón del Faraón para mostrar su gloria a todas las naciones.
Por otro lado, debemos tomar en cuenta que el libro de Éxodo dice que el Faraón mismo es quien endurece su propio corazón siete veces (Éxodo 7:13, 7:22, 8:15, 8:19, 8:32, 9:7, 9:35) , y es hasta la sexta plaga en adelante que Dios también endurece el corazón del Faraón… y otra vez para mostrar su gloria a todas las naciones.
En Romanos 9:19-23, Pablo habla de los vasos de honra, y los vasos de deshonra. Si respetamos el contexto de lo que aquí se viene leyendo, vamos a entender que Pablo está hablando de Israel y los gentiles. Forzar otra interpretación de esos vasos es violentar el texto. Honestamente no hay manera de explicar que esos vasos de honra sean los calvinistas y los vasos de deshonra los pecadores en el mundo. Porque eso es básicamente lo que ellos creen hoy.
No debemos cuestionar a Dios, de porqué hizo a unos judíos y a otros gentiles. Pero el calvinismo piensa que aquí se refiere a no cuestionar la salvación o perdición individual de personas. Pero ese no es el caso.
En Romanos 9:24-29, Pablo dice “esos somos nosotros“. Aquí no se refiere a él como israelita, sino de los cristianos, el pueblo de Dios de ahora. Por eso cita Oseas, cuando se profetiza que Dios llamará un pueblo que no era su pueblo, eso es, los vasos de deshonra.
En el próximo artículo, vamos a continuar con Romanos 10, porque el panorama se aclara mucho más.
Warren Wiersbe comenta respecto a Romanos 9 lo siguiente:
“Tenga presente que la elección de que se habla en Romanos 9:1-33; Romanos 10:1-21; Romanos 11:1-36, es nacional y no individual. Aplicar todas las verdades de estos capítulos a la salvación, o a la seguridad del creyente individual, es errar su mensaje por completo. Es más, Pablo cuidadosamente destaca que está hablando a los judíos y a los gentiles como pueblos, no como pecadores individuales.”
Warren W. Wiersbe
Mientras tanto Justin Dillehay dice en la página de Coalición por el Evangelio lo siguiente:
Así que aquí está mi argumento: en Romanos 9, Pablo enseña la doctrina calvinista de la elección incondicional, la enseñanza que Dios elige salvar a algunos.
Y ya sabemos que ese no es el caso.
Bendiciones