Por muchas décadas se ha tratado de identificar qué es la marca de la bestia de la que se habla en el libro de Apocalipsis. Por eso no es de extrañar que cada vez que algo nuevo aparece en el mundo, lo quieran relacionar con la marca de la bestia.
Veamos el pasaje en cuestión:
Se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablara e hiciera matar a todo el que no la adorara. Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente, y que ninguno pudiera comprar ni vender, sino el que tuviera la marca o el nombre de la bestia o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
Apocalipsis 13:15-18
Ya desde la época de Ireneo, se asociaba la marca de la bestia con el emperador Domiciano. Los cristianos de la iglesia primitiva estaban seguros que esta persona era el anticristo.
El número romano para 666 es: DCLXVI. Y se decía que eso significaba “Domitius Caesar Legatos Xti Violenter Interfecit“. Que traducido significa “Domiciano César mató vilmente a los enviados de Cristo”. Debo decir que es bastante creativo, pero el tiempo demostró que Domiciano no era el anticristo ni la bestia.
En la edad media, personas como Juan Calvino y Martín Lutero asociaban la marca de la bestia con la iglesia católica. Interpretación que todavía tiene adeptos hasta el día de hoy.
Luego, cuando la iglesia adventista apareció, muchos dijeron que la marca de la bestia se cumplía en el nombre de Elena White, la fundadora de dicha denominación. De igual manera, contaban las letras del nombre de ella de manera que produjera el 666.
Otros también lo han asociado con Mohamed, el fundador del Islam. Mientras que en tiempos más recientes se ha tratado de asociar con los pasaportes, las tarjetas de débito y crédito. Así como los códigos de barras en los productos del supermercado.
La vacuna
Por eso no es de extrañar, que cuando se implementa una vacuna a casi toda la población, y empiezan a restringir el movimiento de personas que no tienen la vacuna; produzca pánico entre ciertos grupos de cristianos. Viendo un “cumplimiento” de la marca de la bestia en la vacuna.
Hay diferentes interpretaciones sobre esta marca de la bestia. Algunos dicen que es solamente un mensaje simbólico, y por lo tanto no es algo que va a suceder de manera literal. Pero esa es la posición perezosa de los teólogos liberales que dicen lo mismo de muchos pasajes bíblicos.
Otros dicen que dicha marca en la frente y la mano no es algo físico y visible, sino que representa el control de los pensamientos y las acciones de las personas en la Gran Tribulación. Esta idea no es tan descabellada si recordamos que Dios también pone una marca o sello sobre la frente de sus escogidos, y esa marca no es visible, por lo menos la Biblia no dice que sea visible. Eso lo vemos en los siguientes pasajes:
Se les mandó que no dañaran la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna ni ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuvieran el sello de Dios en sus frentes.
Apocalipsis 9:4
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación,
Efesios 1:13
y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.
El contexto importa
Debemos recordar en qué momento es que se va a aplicar esta marca de la bestia sobre las personas. Si hemos estudiado un poco de escatología bíblica, vamos a recordar que la marca de la bestia se va a implementar durante la segunda parte de la Gran Tribulación. Durante ese período de tiempo el anticristo va a estar sentado en el Templo de Israel haciéndose pasar por el mesías judío. Y para que eso suceda el anticristo debe manifestarse primero.
Y para que se manifieste, el templo en Israel ya debería estar construido.
Ahora, si usted cree en un rapto antes de la Gran Tribulación, ¿Porqué preocuparse por la marca de la bestia, si eso llega hasta la segunda mitad de ese período? Es decir, no tiene sentido. Se supone que usted ya no va a estar aquí.
Y si usted cree que el levantamiento de la iglesia y el regreso de Cristo son el mismo evento al final de la Gran Tribulación, igual no deberíamos tener temor, porque es obvio que no estamos en la Gran Tribulación todavía. (por lo menos no a la fecha de escribir este artículo).
Esto es como estar viendo un partido de fútbol, y al minuto 30 del primer tiempo existe una falta dentro del área, a lo cual el árbitro sanciona un penal. De pronto un grupo de gente empieza a gritar pensando que están en la tanda de penales finales para decidir todo el partido. Cuando en realidad todavía no ha terminado el primer tiempo, no ha empezado el segundo tiempo, y ni siquiera se ha jugado el tiempo extra.
Algo normal
Hay que recordar que lo que están haciendo con la vacuna para el Covid 19, es totalmente normal. Como misionero, varias veces me ha tocado viajar a Sur América y África. Siempre me han pedido mostrar la tarjeta de vacunación para la Fiebre Amarilla. Es totalmente normal. Este tipo de cosas siempre ha sucedido.
La diferencia tal vez, es que estamos en una pandemia. Y mucha gente que no está acostumbrada ha este tipo de cosas les asusta.
En nuestro caso, ponernos la vacuna es indispensable. No solamente por asuntos de salud, sino también para poder continuar el trabajo misionero. Si decidimos no usar pasaportes, tarjetas de débito ni vacunas. Nunca vamos a poder salir a tantos lugares donde es necesario predicar el evangelio.
Y muchos años después, nos vamos a dar cuenta que la marca de la bestia respecto a la vacuna de Covid 19, es sólo un ejemplo más en la gran lista de ideas erradas sobre dicha profecía.
Que Dios los bendiga.